El campo no puede esperar por tanto desperdicio
y perdemos todo el tiempo algunos desastres.

Las balas solo se transmiten en distintos sentidos,
cápsulas y más derrotas,
traiciones que nunca se muestran a la cara
pretendiendo que somos guerreros del mismo bando.

Los tiranos siempre esperan cuerpos para apilar
                            almas sordas en algunos cerillos.

Se quemaron cientos de residuos

Y penas algunas, racimos, parteras, huérfanos, brechas, pálidas percepciones, artículos, cremaciones en masa, no importamos al seguir estando vivos, las filas de agudos prisioneros, muelas corroídas por el suelo y penitencias humillantes para el pueblo.

El fusilamiento amigable

Hace siglos fueron mis amigos
porque estuvieron en mi sitio alrededor de una misma lucha.
Ahorros de muertes que nunca dieron resultado
y las figuras estúpidas sedientas de poder.

Algunos pocos fueron las voces propias,
pretensiones que vuelven al mismo ciclo
y una ráfaga estuvo repitiendo el eco.

Un espíritu me habla al oído

Solo falta un juicio manipulado,
una resistencia no está sellada.

El nacimiento suele convertir el agua en nuevas formas.

Presencias que nos evitan resurgir.

El fin se acerca pronto
pero escuchamos otros sentidos a un extremo.