Murmuración espasmódicaPensamiento cítrico

Para ser mujer

Para ser mujer

Erika Dayanira González Barón (Mexíco 1996)

Abogada, Escritora de ratos libres. Ha publicado un cuento corto en el Libro "Armario de Letras 2" de Caza De Versos Jorge Luis Pereyra. Ganadora de un concurso local llevado a cabo en su Universidad.

C Cuando era niña jugaba a las muñecas, recuerdo bien que las sacaba de la caja donde las guardaba y las vestía, les ponía zapatos y las peinaba, lo cierto es, que cuando era niña mi madre combinaba los listones con los que me peinaba y el vestido que me ponía, como una muñeca, conforme fui creciendo, la forma de vestir fue cambiando, al menos en mi ya no era tan necesaria la combinación de colores en mi vestimenta y mucho menos en los listones, ya que de hecho me agarraba el pelo con cualquier cosa que se pudiera estirar; en fin, a lo largo del tiempo pude ir observando como a las mujeres se les tiene un estereotipo y no solo de vestimenta, sino también en la forma de ser y de pensar, si eres una mujer debes ser una «dama», pero, ¿Qué significa ser dama?, en realidad tiene distintos significados dependiendo de la cabeza que lo interprete.

Según la Real Academia Española «DAMA» es una «mujer noble o distinguida», para mi entonces, todas las mujeres somos unas damas, porque nos distinguimos unas de otras, tenemos formas de pensar distintas, sin embargo para algunos «hombres» ser «dama» es no decir groserías, vestir de largo, sentarse correctamente, conocer como comer con cubiertos, no tener amigos varones o no tener amigos, entre muchas otras cosas, ¿Están en lo cierto?, la verdad no lo sé, puede que esto que escriba te suene feminista, pero en realidad no es así, me gusta defender tanto a hombres y mujeres, animales y plantas, en fin me gusta la justicia, solo que el día de hoy, en esta época que vivo, me indigna muchas veces la actitud de algunos hombres frente a las mujeres, de cómo a pesar de haber sido paridos por una mujer no tienen ni el mínimo respeto por ella, ya sea que crecieron con su figura o no, ¡Te dio la vida!, creo haber nacido con una forma de ser algo extrovertida en sentido de pensamiento, aunque siendo sinceros, creo que me falta mucho más.

Me pregunto todos los días cuando camino por las calles, ¿Es necesario que le mires el trasero a la chica que camina frente a ti?, ¿Es necesario que si una mujer pasa a tu lado le digas «mamacita» o «adiós»?, ¿Es necesario que si la que maneja el taxi es mujer no te quieras subir?, Platicando con mis amigas cada una en diferentes momentos de su vida han llorado por un hombre, porque «no las quiere», “«las engaño», «les prometió felicidad», «la quería solo como amiga, pero la beso», en esos casos nunca he sabido que responder, no porque no quiera ayudarlas, sino porque como somos de maneras diferentes de pensar, si les digo que el hombre con el que estaban era un imbécil y deben superarlo, me tacharan de pesimista y algo arrogante, porque no soy partidaria del hombre ideal, pero no significa que no exista, solo que me duele ver como esas amigas se desgastan moralmente por mantener a su «hombre» contento, cómodo y satisfecho.

He observado como dejan de hacer ciertas cosas que a ellos no les gusta que hagan, solo para tenerlos contentos, ¿será miedo a la soledad, la crítica de la sociedad o miedo al mismo hombre?, antes en la época cuando me peinaban con listones de colores pensaba que mi madre le tenía miedo mi padre, así como yo, pero luego pensé que le temía a lo que dijera la familia si lo dejaba, más tarde creí comprender que tal vez le daba miedo estar sola, pero ¿Por qué?, yo estoy con ella, mis hermanos también, y así se me fue durante un tiempo pensando, hasta que conocí a una amiga, que se sentía igual, ¿Solas?, si, a pesar de la gente que las rodea, piensan que el no estar con un hombre se sienten solas.

Pero si esos hombres no las tratan como deberían, las insultan, las hacen sentir mal, las hacen menos y aún así no lo pueden dejar o no quieren que es lo que yo pienso; no las comprendo no sé si llegue a hacerlo, porque no estoy casada aún, pero conozco a los chicos imbéciles, creo que en estos momentos ya sé cómo distinguirlos, porque me he topado con más de un par.

Sin embargo a pesar de todas estas teorías sobre los hombres y el trato para con las mujeres, no aplica a todos ya que no conozco a todos los hombres del mundo y tengo amigas, conocidas y alguna que otra familiar que les toco conocer a un hombre que las sabe tratar, que comparte con ellas las dificultades y las habilidades.

Entonces puedo decir que tal vez, es la vida, el destino, tal vez son los hombres, tal vez somos nosotras, que no sabemos decir basta, que nos da miedo estar solas, que pensamos que sin ellos morimos, cuando la realidad es otra.

He sido una mujer por veinticuatro años y creo que eso no cambia, todas las mujeres merecemos un trato digno, merecemos el amor que damos, porque nosotras creamos, nosotras sanamos, damos vida, y no hablo solo de parir, damos vida a las plantas, a los animales a los otros humanos, no dejemos que nos la quiten, no dejemos que nos callen, que nos humillen, nacimos para más que servir la comida a un hombre, lavar su ropa y limpiar sus desastres.

Nacimos para ser mujeres.

 

 

La autora

Erika Dayanira González Barón

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Abogada

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